Ecos de un Romance: el susurro que de lo que fue después del rugido
Cuando lanzamos Mi Era Villana, sabíamos que no era solo una colección: era una declaración. Una respuesta a las veces que nos rompieron el corazón, que nos hicieron callar, que nos obligaron a reconstruirnos desde las ruinas. Era la era de la decisión, del renacer, del poner límites y abrazar la versión más poderosa —y a veces más temida— de nosotras mismas.
Pero ningún rugido nace de la nada, toda villana, antes de vestirse de fuerza, fue alguien que creyó alguien que amó alguien que soñó con una historia distinta y ahí es donde nace Ecos de un Romance.
Esta nueva colección es el reverso de la moneda. El eco suave que aún vibra en lo profundo, incluso cuando ya hemos cerrado el capítulo. Es el recuerdo de los gestos, las palabras, los momentos que, aunque no bastaron, fueron reales. Es mirar atrás sin rencor. Es aceptar que hay romances que nos construyeron… aunque no se quedaran.
Ecos de un Romance no busca revivir lo que fue, sino honrarlo, porque incluso en medio del empoderamiento, hay espacio para la ternura, porque incluso las villanas sienten y porque hay algo profundamente valiente en recordar sin quedarse.
Esta colección llega con tonos suaves, detalles íntimos y mensajes que tocan el alma. Es el suspiro después de la tormenta, el primer poema que se escribió, el perfume que aún flota en el aire.
No es una continuación…
Es un eco.
Uno que te recuerda que tu historia no se borra: evoluciona.
Poema que comienza así…
Se encontraron bajo el resplandor de un ventanal,
cuando el mundo se detenía y solo quedaban ellos…
una reverencia, un primer baile, un comienzo.
Se amaron tras máscaras,
en un vals donde el tiempo no importaba,
solo las miradas que decían más que las palabras.
Pero no todos los cuentos acaban juntos.
La llave no encajó,
y la puerta quedó cerrada.
No fue falta de amor,
sino de destino.
Tres fundas, una historia: el amor contado en tres actos:
La colección Ecos de un Romance cobra vida. Cada funda es una escena, un suspiro, una etapa. Juntas forman un poema visual que habla del primer amor: ese que nos marcó para siempre.
La Ilusión – “La promesa”
La silueta de dos amantes bajo un arco lleno de estrellas y hojas verdes. Es el inicio: la conexión, el brillo en la mirada, el latido acelerado. Todo es posible. Todo es nuevo. Esta funda captura el momento en que el corazón todavía cree sin miedo.
El Quiebre – “El escenario del desencanto”
Una escena teatral: máscaras, hojas cayendo, un espejo enmarcando a quien se atrevió a mirar de frente lo que dolía y un reloj de arena que marca el poco tiempo que queda.
Esta funda habla del instante en que la ilusión se desvanece y queda solo la verdad. No siempre cruel, pero sí inevitable.
El Eco – “Lo que quedó entre líneas”
Una puerta cerrada, hojas otoñales y una frase que lo dice todo: “Nos leímos entre líneas, pero nunca llegamos a escribirnos”. Es el susurro final. No hay odio, solo nostalgia. Esta funda es la calma tras la tormenta, el eco suave de lo que fue. Pero la antesala de lo que se viene.
Cada diseño fue creado con intención, detalle y emoción. No son solo ilustraciones: son fragmentos de ti.
¿Y tú? ¿En cuál de estas tres fundas se esconde tu historia?
Elige con el corazón. O con la memoria.